Creditos: Publicación basada en un escrito de Emanuel Pintor; un joven de 19 años de edad voluntario de La Clemencia.

A primera impresión la vida en el rancho puede parecer un tanto simple, pero la realidad es que se vive muy bien, sobre todo con mucha tranquilidad; ya que aprendes a apreciar hasta las cosas más sencillas; aprendes cosas nuevas todos los días, puedes probar los diferentes alimentos que obtenemos del campo, mismos que vienen acompañados de diversidad en olores, aromas y colores. Además aprendes a cuidar y convivir con los animales; se aprende mucho sobre su personalidad y sus hábitos alimenticios.

A primera impresión la vida en el rancho puede parecer un tanto simple, pero la realidad es que se vive muy bien, sobre todo con mucha tranquilidad; ya que aprendes a apreciar hasta las cosas más sencillas; aprendes cosas nuevas todos los días, puedes probar los diferentes alimentos que obtenemos del campo, mismos que vienen acompañados de diversidad en olores, aromas y colores. Además aprendes a cuidar y convivir con los animales; se aprende mucho sobre su personalidad y sus hábitos alimenticios.
 
 

La tranquilidad que se goza todos los días

Definitivamente mi parte favorita de la vida en el rancho es la tranquilidad que podemos disfrutar a diario. Nos acostamos temprano y nos levantamos día a día con el alba. El día transcurre sin prisa, ya que el sol y las condiciones del clima nos van dictando que se va a hacer y a qué hora vamos a parar; incluso hasta para tomar la siesta diaria. La cual me gusta tomar en mi hamaca junto al arroyo.
 

Los alimentos se hacen con lo que producimos

Nada como empezar el día con un café de la cosecha del rancho, ya sea café de mojo o café de Canoas, pero algo que sin lugar a dudas hace a La Clemencia muy especial es el hecho de que producimos la mayoría de los productos usados para elaborar nuestros alimentos.

  • El poder disfrutar cada alimento con tortillas hechas a mano con maíz blanco o morado que cosechamos en La Clemencia.
  • La cosecha de ejotes, frijol, nopales, bonetes y camotes entre otros nos aporta una rica diversidad de alimentos. Además de las frutas y verduras que cosechamos continuamente: Plátano, piña, papaya, jitomate, tomatillo, varios tipos de chile, melon, sandia, higos, carambolo, yaka y cítricos diversos.
  • Tomamos agua viva del manantial rica en minerales y también la utilizamos cuando comemos para hacer nuestras aguas frescas con frutas de la temporada. Estamos conscientes de los beneficios del agua naturalmente alcalina y aprovechamos cada gota.

Tomamos agua viva del manantial rica en minerales y también la utilizamos cuando comemos para hacer nuestras aguas frescas con frutas de la temporada. Estamos conscientes de los beneficios del agua naturalmente alcalina y aprovechamos cada gota.

 
 

Las plantas y hierbas medicinales a nuestro alcance

Otro beneficio que tenemos en La Clemencia es la gran diversidad de herbolaria medicinal al alcance de nuestras manos. Siendo esta región aledaña a Manzanillo reconocida por su gran diversidad en hierbas y plantas medicinales. Además de contar con las hierbas comunes como ruda, hierbabuena, salvia, albahaca y otros, contamos con algunos libros que nos ayudan a identificar la herbolaria de La Clemencia: Palo tres costillas, bejucos medicinales y otras plantas y hierbas.

Bajar una fiebre, eliminar dolores de cabeza o algún malestar estomacal son cosas fáciles para nosotros, ya que contamos con una variedad de remedios caseros gracias a lo que plantamos en nuestro jardín botánico y lo que hay en nuestros alrededores.

Tomamos agua viva del manantial rica en minerales y también la utilizamos cuando comemos para hacer nuestras aguas frescas con frutas de la temporada. Estamos conscientes de los beneficios del agua naturalmente alcalina y aprovechamos cada gota.

 

Los animales, su enseñanza y los beneficios

Los animales son parte clave de la ecofinca, ya que no solo se incorporan en La Clemencia para darles una vida digna, sino que también se utilizan para producir alimentos. Un claro ejemplo son las gallinas que producen huevos diariamente; otro ejemplo son los perros que se utilizan para ahuyentar a otros animales predadores en el área inmediata a La Clemencia.
En particular los perros de La Clemencia tienen distintas personalidades y tenemos que saber lo que pueden o no comer. Así que ellos nos enseñan mucho y a mi me encanta aprender. Además, son protectores, leales y son muy buenos para dar afecto, así que siente como si te dan terapia porque te ayudan con la seguridad y aprendes mucho con su comportamiento.

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Disfrutando cada actividad y momentos de relajación

Vivir en el rancho es vivir una vida feliz, sin preocupaciones de tráfico vehicular, de contaminación auditiva y del bullicio de la ciudad. A diferencia de vivir entre tanta gente, en el rancho se vive sencillo, cómodo y sobre todo tranquilo. Además, lo hermoso de vivir en un rancho son los atardeceres, bañarte en el arroyo y disfrutar cada actividad; incluso los momentos como las actividades recreativas, la siesta y cada oportunidad que tienes para reflexionar y relajarte. En La Clemencia vivimos sin pretensiones.

Me encanta la vida en el rancho.